¿Qué es el home staging? Hay veces en las que nos perdemos con tantos términos nuevos. Es posible que desconozcas que hay un trabajo que consiste en hacer tu casa mucho más atractiva para los futuros compradores o arrendatarios. Pues bien, a ese trabajo se le llama home staging. Teniendo en cuenta las características de esta función y en qué se aplica (una casa), no es de extrañar que muchos la confundan con el diseño de interiores. No obstante, no tiene nada que ver. A continuación te damos algunas claves que te ayudarán a entenderlo mejor. ¡Vamos allá!
Todos sabemos lo que es el interiorismo y la decoración. Se trata de buscar la renovación o actualización de una casa, tanto en su parte funcional como estética. Un trabajo que intenta cambiar las sensaciones al cruzar el umbral de la puerta, con colores y tejidos nuevos, pero también con muebles de cocina diferentes o con ventanales más grandes para que entre la luz.
Por otro lado está el home staging. En este caso, el principal objetivo es vender. Podríamos pensar que para eso se hace también un trabajo de interiorismo, pero no es del todo así. Es una puesta en escena de la casa, es decir, prepararla para ser vendida o arrendada. Trabajos que hacen que sea lo más llamativa posible para los compradores o arrendatarios. Eso sí, con una inversión mínima, que no estamos haciendo un trabajo de diseño de interiores integral, ¿lo vamos captando?
Quizás podamos entender mejor la diferencia observando quién es el público en cada caso. En un diseño de interiores, el profesional se dirige a la familia que ocupará la vivienda. Debe conocerlos, saber sus edades, sus gustos, sus aficiones y sus hobbies. Todo ello logrará crear un espacio interior mucho más acorde a las personas que van a vivir ahí.
En el caso del home staging, ese público es bastante más impersonal. Lo cierto es que el trabajo en la casa se hace enfocándolo al posible comprador o arrendatario, y como podemos entender, puede ser cualquier persona. Así, un buen trabajo de home staging debería dar como resultado una casa que guste al mayor número de personas posibles, independientemente de su edad, sexo o gustos.
Mientras que en un trabajo de interiorismo se miran aspectos como la comodidad del día a día y la funcionalidad, en los trabajos de home staging priorizan otros detalles. No es que no se busque una casa funcional, está claro que si compramos o arrendamos algo queremos que sea funcional. No obstante, el home staging lo que busca es destacar las características y la arquitectura de la propiedad. Potenciar lo bueno, diríamos. Por ejemplo, si una casa cuenta con muchísima luz ¿para qué poner cortinas?.
Otra cosa curiosa es que no todo vale. No, en el home staging no todo sirve. Puede ser que, como particular, si quieres un diseño de interiores, quieras que sea colorido. No obstante, un buen trabajo de home staging se inclinará por colores neutros. Una vez más, no se busca la complicidad por gustos, se busca en si resaltar otras características.
Mientras que en una vivienda propia las fotografías pueden dar calidez, en una casa que vamos a vender o arrendar, no. Un diseñador de interiores podría crearte un mural lleno de tus recuerdos. Un profesional del home staging, no ¿El motivo? Muy sencillo. Está comprobado que las casas más impersonales, aquellas que no cuentan con detalles que la hagan muy personal, como las fotos, entran mejor a los compradores o arrendatarios.
Mientras que en un diseño de interiores el mobiliario es importantísimo, en un home staging no. Un diseñador de interiores no tendrá dudas a la hora de poner muebles de mayor calidad, con medidas especiales que se puedan adaptar a cualquier espacio. Funcionalidad, ya lo sabemos...
En el caso del home staging, se buscan pocos muebles y pequeños. Elegidos con cuidado, sí, pero intentando no gastar mucho y consiguiendo que el resto de las estancias no pierdan protagonismo.